viernes, 3 de julio de 2015

CAMBIA EL HÁBITO: CAMBIA LA BOLSA

Tomado del timeline de https://www.facebook.com/LaBioguia?fref=photo


La verdad es que muchos no tenemos la más remota idea del daño que hacemos a la naturaleza cuando nos aferramos al uso de muchas cosas que tenemos alrededor. Es el caso de las bolsas plásticas.
 
En el supermercado he visto clientes, hombres y mujeres, que casi quieren que les empaquen un producto en cada bolsa.

Hace algunos años experimenté el uso de bolsas de lona y no me fue tan mal.  El problema es que a veces cuando tomaba la decisión de volver al supermercado, no tenía la bolsa de lona en el carro y terminaba empacando en las bolsas plásticas del súper, si el producto lo ameritaba (como carnes o frutas)

Me agrada ver que la mayoría de supermercados tienen en los estantes cerca a las cajas registradoras, algunas bolsas reutilizables, fuertes y hasta atractivas, para que los clientes las compren y empaquen en ellas.

Un día compré una, que por cierto me ha salido buenísima, y una señora me dijo: “¿Y para qué compra esa bolsa? Para hacerle publicidad a esta gente?” Y le dije: “Bueno, si es por eso, no usamos ni las plásticas, que tienen el logo más grande. La verdad, lo estoy haciendo para retomar una costumbre que había perdido de disminuir el uso de bolsas plásticas”.  A la señora no le importó ni cinco mi comentario.  Pagó medio malencarada y le dijo al chico que le pusiera doble bolsa a todo, que esas bolsas que usaban eran malas y se le podían romper.

Reconozco que no he retomado por completo el tema de la bolsa de lona. Solo cuando voy a los almacenes en los que venden productos en grandes empaques y no entregan bolsa de ninguna clase. Pero nunca es tarde, especialmente si se trata de contribuir a mejorar nuestro entorno.

El uso de la bolsa plástica de supermercados y almacenes de cadena no es tan fácil de acabar, porque hay productos que se protegen mejor en ellas: Congelados, carnes, frutas y algunos refrigerados que pueden dañar el resto de productos que llevemos.  Pero podemos empezar por disminuir su uso y si no quiere comprar una de esas bolsas grandes y llamativas que venden en el supermercado, para no hacer publicidad gratis, le aseguro que en el comercio encontrará muchas genéricas, igual de fuertes.

Yo utilizo bolsas plásticas totalmente transparentes para empacar zapatos y productos que pueden derramarse cuando salgo de viaje, pero las reutilizo.  Y si por alguna razón se deterioran, las uso para desperdicios de comida que no se pueden ir abiertos a la basura.

Las cifras del daño que hacemos asustan y no podemos hacernos los de la vista gorda con el tema.  En este planeta vivimos. Es nuestro deber cuidarlo y enseñar a los más jóvenes a hacerlo.

Ahí les dejo la inquietud.

Estos son enlaces de cuatro sitios en la web en los que pueden leer sobre lo que le pasa al planeta por el uso descontrolado de bolsas plásticas: