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El uso de la bicicleta y el medio ambiente
Foto tomada de www.efimarket.com
La movilidad sostenible es desde hace varios años un gran reto para los
países de América Latina y el mundo entero, comprometidos con el cumplimiento
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
desacoplar el crecimiento económico del uso de los recursos naturales y
disminuir la emisión de gases efecto invernadero, obliga a hacer cambios
estructurales en los modelos de producción y consumo.
La ruta es dar espacio a las fuentes renovables de energía,
especialmente en el transporte, de tal forma que aumente la eficiencia de la
estructura productiva y el funcionamiento de las ciudades, involucrando a los
sectores más vulnerables.
El Banco Mundial estima que para 2030 el tráfico de pasajeros habrá
aumentado en 50% y eso traerá un incremento en el uso de combustibles fósiles,
la emisión de gases efecto invernadero y la contaminación atmosférica y
acústica, en el mundo entero.
Movilidad sostenible para un mundo mejor
Bajar la contaminación ambiental y mejorar la salud de la gente son dos
de los grandes propósitos de la movilidad sostenible, a través de la
disminución de uso de vehículos motorizados y el incremento de otros medios de
transporte que ayuden a mantener el aire más limpio.
Se busca mitigar el riesgo del cambio climático y
mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2°C. por el
peligro que representa exponer al planeta a altas temperaturas.
La Organización de Naciones Unidas propone que se motive a los ciudadanos
a usar el transporte público, caminar o viajar en bicicleta. Esto último exige,
por parte de los gobiernos, el diseño de políticas públicas de movilidad,
cambios en la infraestructura (rediseño de los espacios públicos) y desarrollo
de una estrategia cultural sobre el uso de la bicicleta, como medio de
transporte.
Un ejemplo del compromiso del sector privado con la movilidad
sostenible
Las acciones para cuidar el planeta no están solo bajo la responsabilidad
de los gobiernos. También juegan papel importante la empresa privada y la
ciudadanía.
Por eso es destacable la iniciativa World Bicycle Relief (https://worldbicyclerelief.org/es/)
que arrancó hace 15 años en África, y con el apoyo de patrocinadores y donantes
alrededor del mundo promueve la bicicleta como una opción de transporte y como una herramienta de trabajo.
Además de acortar
distancias en áreas rurales y ser muy útil para movilizar carga, la bicicleta
es una alternativa de transporte en las ciudades pues contribuye con la salud
del usuario, representa un ahorro en el presupuesto mensual de gastos y
beneficia al medio ambiente.
En Colombia, ya varias
empresas como Banco de Bogotá y Sykes, decidieron proveer a empleados de
transporte seguro, sostenible y barato, con el diseño de planes integrales de
movilidad sostenible, que ayuden a construir ciudades amigables con el medio
ambiente.
Estas iniciativas
necesitan del apoyo total de los gobiernos, porque la adecuación de
infraestructura de ciclorutas es fundamental, así como el diseño de estrategias
culturales que promuevan el uso de la bicicleta y el compromiso de toda la
ciudadanía para respetar y cuidar a los ciclistas.
Banco de Bogotá, es la primera entidad del sector financiero con un plan integral de
movilidad sostenible en Colombia. Lo implementaron en 2015 y periódicamente
monitorean el número de personas que usan la bicicleta, cuánto tiempo y dinero
ahorran.
En este programa han invertido
más de 400 millones de pesos en infraestructura: Ofrecen estación con
herramientas para arreglar bicicletas, parqueaderos, duchas y hasta una
estación de carga de carros eléctricos.
En el caso de Sykes, una
firma de la industria de servicios de outsourcing, empezó este año en
Barranquilla un plan de movilidad activa para sus empleados, con asocio público
– privado.
La iniciativa coincidió
con la cuarentena por la pandemia del COVID 19 y es una opción que permite el
cuidado personal a través del distanciamiento físico. Lograron el interés de un
grupo de colaboradores con un descuento del 60% del valor de la bicicleta y financiación
del 40% restante.
Este transporte sostenible alterno además de ayudar a cuidar el medio ambiente,
contribuye con el cuidado de la salud y representa un ahorro en los gastos mensuales
de cada trabajador.
La Alcaldía de
Barranquilla lidera un proyecto de movilidad sostenible y trabaja de la mano
con el sector privado, para llevar el mensaje a las empresas y facilitar la
compra de bicicletas a sus empleados. Al tiempo, se rediseñan las ciclovías en la ciudad, de acuerdo con las necesidades de los usuarios.
Barranquilla cuenta en
este momento con 52 kilómetros de ciclorutas habilitados y se trabaja para
generar cultura ciudadana tanto para motivar a usar bicicletas, como para
cuidar a los usuarios de este vehículo.
Puede escuchar el podcast sobre este tema, en el siguiente enlace: