El 5 de diciembre el RADAR celebrará su aniversario número 30. Será en la sede de Combarranquilla Norte |
Terminaba segundo semestre de Comunicación Social y
Periodismo en la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla, cuando mi
hermano Luis Emilio me dijo que quería que le hiciera la segunda en un proyecto
radial.
Tenía 19 años y aunque me atemorizó el tipo de
información que se manejaría, económica, decidí medírmele a la aventura.
Viví de cerca el inicio. Empresarios radiales no daban
un peso por el proyecto. Muchos se
atrevieron a decir que le ponían un mes de vida al noticiero. Luis contaba en
casa cada vez que alguien “lo zafaba”, pero estaba convencido de lo que quería
hacer e insistía. Hasta que un día
visitó La Voz de la Patria y alguien le creyó: Don “Chichi” Vasallo, uno de los propietarios de la emisora.
Empezamos los domingos. El noticiero se emitía a las
7:00 am (creo que nada más lo escuchábamos en casa y quienes se “tropezaban”
por casualidad con el espacio).
Grabábamos esa media hora en el estudio de La Voz de la Patria el sábado
en la tarde o noche.
Cierro los ojos y siento el olor de ese estudio y
recuerdo cada rincón: Micrófonos, pedestales, cables, consola, carretes de
cinta, caseteras. Era un poco oscuro. Y
como si fuera ayer, recuerdo perfectamente lo que leí la primera vez. Era un titular sobre el aumento del Impuesto
al Valor Agregado. Me equivoqué y repetimos el arranque del noticiero.
Dios, qué paciencia la de “Chichi” Vasallo, con el
nuevo emprendedor y la inexperta locutora.
Luis ya tenía experiencia en reportería, había trabajado en RCN y
lógicamente estaba tranquilo. Yo no.
Para mí era un “parto” cada emisión.
Todo empezó a cambiar cuando incursioné en la
reportería, porque por lo menos ya sabía de qué estaba hablando. El noticiero después empezó a ser diario y ha
sido una de las mejores experiencias de mi vida, pues combinaba estudio y
trabajo. La mayoría de los profesores me
apoyaron y entendían que en algunas ocasiones me ausentara de clases. Siempre cumplí con mis responsabilidades
académicas. Nunca dejé de entregar un trabajo a tiempo por mi compromiso
laboral.
En esos primeros años del RADAR (que se llamaba entonces Informativo Económico de la Costa), Luis Emilio montó la
oficina en el mezzanine de un negocio que tenían él y mi hermano Gerardo cerca
al mercado público. Ahí teníamos todo:
Grabadoras para hacer entrevistas telefónicas, máquina de escribir, un buen
escritorio y aire acondicionado. Ni sombra de computadores. Hacíamos citas y
visitábamos a las fuentes con frecuencia.
Ese recorrido por las fuentes lo hice por mucho tiempo en compañía de
Mercedes Castilla, también estudiante de Comunicación Social en esa época. “Patoneábamos” y la sudábamos a diario!
A mucha gente (colegas especialmente) le llamaba la atención
que escribíamos un libreto de cada emisión. Es que solo era media hora para
contar todo lo que recopilábamos en la semana y luego a diario. No había
espacio para improvisaciones. Hasta los
controles técnicos pasaban trabajo porque estaban acostumbrados a abrir los
micrófonos a los locutores y periodistas y hasta se iban a tomar un café. Con
el RADAR se tenían que quedar la media hora ahí, porque todo era veloz.
Y como un día nos enfrentamos a la realidad de que a
muchos no les gustaba estar en el turno del RADAR, porque no había respiro,
Luis Emilio y yo aprendimos a manejar la consola de audio. De ahí en adelante nos encargamos de la
parte técnica y de la lectura de noticias.
Qué tiempos aquellos!
Hoy leía en Twitter una publicación que decía: Las grandes historias de éxito son también
grandes historias de lucha y fallas. Y seguramente que muchas fallas ha
tenido la existencia del RADAR, que este año cumplió 30 años de estar al aire.
Treinta, treinta años! Me gustaría saber qué dicen ahora aquellos que solo le
pusieron un mes de vida al noticiero.
Felicitaciones a Luis Emilio, mi hermano mayor, por su
tesón. No le han importado las negativas, las “pisadas de manguera” ni la
crítica carente de amor. Su estilo para
manejar la información es diferente y su manera de decir las cosas
–extremadamente directo - a veces no gusta, pero si de algo pueden estar
seguros quienes lo conocen es que es un hombre recto, que ama su trabajo y es
el mejor amigo de sus amigos.
El Radar se emite de lunes a viernes por Radio Tropical de Barranquilla, 1040 AM y pueden seguir el blog http://radareconomicointernacional.blogspot.com/
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