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Le debemos a la representante de Huila al Reinado Nacional de la Belleza en Cartagena, que los colombianos estemos haciendo un análisis de lo que un evento de esos, significa para un país como este.
Su
metida de pata ha hecho que la gente
vuelva a cuestionar la “necesidad” de organizar certámenes de belleza que
originan un despilfarro de dinero, que en un país con tantas necesidades
sociales, da vergüenza mencionar.
Portafolio
publicó un artículo sobre lo que se gasta una reina desde su preparación hasta
su participación en el reinado en Cartagena (1). Yo no he hecho ninguna
investigación, pero me parece que se quedaron cortos en cifras y no creo que haya
sido por falta de información, sino porque ya daba hasta pena seguirle contando
al país lo que se malgasta.
El
periodista Juan Manuel Ruiz (@jmruizmachado) decía en Twitter
que no está de acuerdo con que se destinen dineros públicos para ello (2). Yo diría que ni siquiera dineros de la
empresa privada. Es que si se ponen a
analizar, eso no tiene ni pies ni cabeza.
Si
una empresa privada decide asignar recursos para apoyar la participación de una
joven a un certamen de estos, recibirá publicidad a cambio. Supongo que en afiches, abanicos, paraguas, backings,
tarjetas… no sé, se me ocurre eso… porque para que circule publicidad a través
de los medios de comunicación, tienen que pagar aparte y bastante.
Ese
es un dinero que bien podrían invertir en proyectos que beneficien comunidades
vulnerables: Construcción y sostenimiento de escuelas, puestos de salud,
parques, viviendas. Dios, lo que sea,
pero que, tenga un propósito que valga la pena.
Es
verdad que cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera (especialmente si
es producto de su trabajo) y no tiene que estar pensando en si otro necesita o
no, ni rindiendo cuentas a nadie. Pero a las empresas privadas sí les cabe un poco
de compromiso con la sociedad, porque muchos consumimos lo que producen y pagamos
impuestos.
No
creo, además, que aportar dinero para afinarle la nariz a una chica, esculpir
las caderas y brillarle los dientes sea más importante que darle un bono de fin
de año a un grupo de empleados destacados, por ejemplo. Esa es una de las cosas
que me vienen a la cabeza. Además, si
hay que hacer tanto retoque, se puede concluir que no es una reina de belleza.
De
otro lado, de verdad hay que tener pocas aspiraciones en esta vida como para
que lo más importante de una joven sea, coronarse como reina de belleza. Ahora,
si lo que quiere es utilizar el paso por ese concurso para abrir puertas y decir “hey, mundo, aquí
estoy”, entonces no es nada justo que lo hagan, en parte, con dinero del Estado…
o sea, nuestro.
Finalmente,
está el tema del significado que tiene el reinado para las jóvenes de hoy. ¿Las
chicas que participan en el certamen son el modelo
a seguir? ¿Chicas que están expuestas a sacrificios
para ser “bellas” y cumplir con un estándar físico social? ¿Jóvenes que para
sentirse bien consigo mismas y complacer a otros corren riesgos en un
quirófano? O el mensaje es que, es más fácil ser solidario y preocuparse por
quienes tienen menos si se es bonito?
No
sé, el tema tiene mucha tela por cortar y hay muchos intereses económicos de
por medio, pero hay que dar el debate.
1.
Artículo
revista Portafolio: http://m.portafolio.co/portafolio-plus/esto-cuesta-ser-senorita-colombia-2014
2.
Twitter
del periodista Juan Manuel Ruiz: https://twitter.com/jmruizmachado/status/533619744621199360
Se abre otro interrogante (muy parecido al que acabo de hacer a la DIAN y a MINHACIENDA) con relación a la naruraleza de las "donaciones" de la empresa privada a la Fiesta de la Independencia, que es el gran pretexto para meterle un billete al fundingue cartagenero. En términos de los inversionistas, esto se supone son aportes a manifestaciones culturales y por tanto, deducibles de los impuestos Y POR TANTO, RECURSOS PÚBLICOS. (Perdon por alzar la voz). Así que mi querida amiga, no es hacer lo que quieran con su plata, pues el Estado tiene presupuestado el recaudo de unos recursos, que quien los debe pagar, pide le sean descontados los aportes a la "Cultura". Así que el foforro se hace totalmente con recursos públicos que se le birlan al los verdaderos gestores y sostenedores de nuestro acervo cultural.
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