lunes, 10 de noviembre de 2014

Barranquilla "embotellada"

Embotellamiento en Olaya Herrera, rumbo al Paseo de Bolívar en Barranquilla.  11:20 am.


La cosa se puso peliaguda con el tráfico en Barranquilla.

No importa la hora o el lugar para donde vayamos, es mejor salir con una hora de anticipación. Los trancones, tapones o como los quieran llamar, son frecuentes y en lugares en los que uno menos se espera.  

Jocosamente muchos dicen que "hay más carro que gente" y es verdad que hay más vehículos ahora, pero a eso hay que sumarle algunos "errores" en la organización del flujo vehicular.

No soy experta en el tema y espero que no me crucifiquen por esto, pero siente uno que hace falta sentido común en quienes tienen la responsabilidad de organizar el tráfico. Solo voy a anotar unos casos, que pienso que provocan los tremendos enredos que observamos a diario:

1. Cruces a la izquierda (permitidos). Un solo ejemplo que ocasiona todo un lío: Carrera 46 con calle 75, en ambas direcciones.

2. Dejar como preferencial una calle con doble vía, que tiene un alto tráfico: Calle 68 entre carreras 46 y 52.  Eso es para "jalarse" los cabellos.

3. No hay cronómetro en el semáforo de la carrera 46 con calle 72, sentido sur norte, lo que dificulta el cálculo del conductor sobre el tiempo que tiene para atravesar la intersección. Consecuencia: Siempre hay vehículos "en cola" en plena intersección, esperando que cambie el semáforo de la carrera 46 con calle 74 y se origina un desorden en la calle 72 entre carreras 45 y 48, en ambos sentidos.

4. Falta de autoridad para acabar con el estacionamiento y funcionamiento de taxis que operan informalmente como colectivos: Carrera 21 con calle 47 y calle Murillo. En la 21 es tal el desorden, en las mañanas especialmente, que los conductores de buses que se movilizan en sentido sur-norte, arman un tercer carril, con el peligro que esto trae. Por el lado de Murillo, las frecuentes paradas del colectivo informal ocasionan retraso permanente, porque recogen y dejan pasajeros en la vía.

Esos son solo cuatro casos que ahora recuerdo fácilmente, pero seguramente que quienes viven en Barranquilla y transitan por otras zonas, tienen muchos casos más.

Trancón en la calle 74 con carrera 43 de Barranquilla. Foto de Luis Emilio Rada.


Adicional al desespero del embollatamiento frecuente, tenemos que aguantar gente grosera, algunos con falta de sentido común, malos conductores y la "desaparición" de oficiales de tránsito, quienes podrían ayudar un poco. No sé cuál es el horario laboral de los reguladores, pero supongo que no hay turnos nocturnos, porque en la hora pico de la noche nunca he visto a uno... y supongo que tampoco hay turno antes de las 7:00 am. 



Si queremos que a esta ciudad sigan llegando inversionistas y turistas, toca ponerse las pilas con el tema del tráfico vehicular. Barranquilla "embotellada" no es nada atractiva. Y la verdad que la calidez de la gente, la bacanería que nos caracteriza y el espíritu alegre, no son suficiente como para que todo el que llegue se vaya de aguante con tremendo desorden!




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