Me contó Rafa, mi hermano, que una vez venían de
regreso del Barrio San José y unos chicos jugaban fútbol, cuando escucharon que
uno le dijo al que tenía el balón: “Dale con toda, sin agüero y boquio”. De una
adoptaron la frase en nuestro barrio, La Unión, y se popularizó para alentar a
alguien a que hiciera algo con fuerza y sin dudarlo: Patear bola e´trapo o
pelear por ejemplo.
Cesar "Paragüita" Morales, firmando sus libros. |
Estos recuerdos llegaron a mi mente después de escuchar en la propia voz de Cesar “Paragüita” Morales, relatos de su libro “Crónicas del Barrio Abajo”.
La presentación del libro fue emotiva. Paragüita no pudo contener las lágrimas al
iniciar la lectura de uno de sus relatos y dijo: “Espero tener el valor para
leerlo”. Lo tuvo. Y de vez en cuando sollozó.
En un momento se pensó que la siguiente lectura podría
hacerla otra persona del público, pero Paragüita dijo muy seguro: “No, no, yo
sigo”. Y qué bueno que lo hizo. Ninguno
de los presentes podría leer con su sabrosura, dos relatos como estos:
“Para
los años 70, el Mono Parra y Joaco, hermanos de Iveth Rolong, iniciaron unas
verbenas con el nombre de Watergate, que era la palabra mundialmente de moda
por el mierdero que tenía Richard Nixon
allá arriba”…
“Hay
que ver la tacada de bollitos que me zafaban por burriquete. Pero ajá, cómo
hacía para convencerlas de que yo era un man sano. Y zafar a mis amigos de infancia
no era fácil. Ni yo quería zafarlos. Los
aceptaba tal como eran. ¡Nojoda! Y yo sí que me divertía con ellos cuando estaban
bartolos, inventaban los más raros pases de baile y su hablao era todo un
espectáculo”.
Los barranquilleros sabemos quién es Paragüita, pero
para quienes es primera vez que escuchan su nombre, les cuento brevemente: Su
nombre es Cesar Morales, nació en el popular Barrio Abajo de Barranquilla,
donde queda la Casa del Carnaval. Es el “comandante” de la comparsa Las
Marimondas del Barrio Abajo, una de las más famosas del Carnaval de
Barranquilla.
Es conocido como Paragüita porque hace muchos años,
expresado por él mismo, “una hijuemadre loca le zampó tremendo paragüazo” que
lo bautizó de por vida.
El lenguaje del libro es totalmente barranquillero, con
ese swing que caracteriza las historias de barrios populares, muy gracioso y
como decimos popularmente, sin agüero.
Estoy leyendo el relato “Ruqui rucana cantaba la rana”
y ya terminé “Los Carnavales, ¡Qué nota bacana!”. Encontrarán anécdotas de
gente reconocida en Barranquilla y se divertirán muchísimo.
Felicitaciones a Paragüita y muy bien por Collage
Editores que se le midió a la publicación de las Crónicas del Barrio Abajo.
"Crónicas del Barrio Abajo". Pueden comprarlo en la librería Panamericana. |
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